viernes, 10 de agosto de 2007

El Estado Esclavista de Asiria


Por: Mario Morales Charris 33º
Ven.·. Maest.·. Resp.·. Log.·. Lealtad No. 7
Ex Gran Maestro de la Muy Resp.·. Gr.·. Log.·. del Norte de Colombia

Pres.·. Gran Consejo de Cab.·. Kadosch «Lealtad Nº 3», Cám.·. 30°


Asiria[1] fue un país de la antigüedad situado en el Sudoeste de Asia, más exactamente al norte o parte alta de la antigua Mesopotamia, cuyos límites fueron: al norte las montañas de Armenia, al sur Caldea[2] (Babilonia), al este la Media[3] y al oeste Aram[4], o sea que el país estaba ubicado, lo que es hoy, el norte de Irak, noroeste de Irán, parte del noreste de Siria y el sureste de Turquía, ocupando el macizo montañoso y selvático Antitauro de este último país.

A partir del 1250 a. d. n. e. se establecieron al norte de Mesopotamia –en el valle superior del Tigris– una serie de comunidades cuya vida estaba condicionada por el accidente geográfico que dominaba el territorio, eran los asirios, de origen semita. Pues, el valle alto del río tiene unas condiciones orográficas y un régimen pluviométrico diferente del resto de Mesopotamia, que incluye zonas con suficiente pluviosidad para la agricultura. El Tigris discurre más torrencialmente que el Eúfrates y tiene unos afluentes que bajan de los montes Zagros y que servían de vías de comunicación entre ambos. Allí nacieron ciudades importantes como Assur, el gran puerto del Tigris, o Nínive, desde las cuales se iniciaron los grandes movimientos de expansión asirios. Otras ciudades notables además de las mencionadas fueron, Harrán, Calakh y Dur Sharrukin (actualmente llamada Khorsabad). A comienzos del II milenio a. d. n. e., numerosos contingentes de Amoritas (semitas occidentales) se habían ido asentando en toda Mesopotamia. Tiempo después, en el siglo XVIII a. d. n. e., monarcas amoritas controlaban desde Assur un territorio considerable (imperio antiguo asirio). Los comerciantes asirios monopolizaban el comercio con el interior de Anatolia (Capadocia), en donde pagaban tributos a la población local y a cambio establecían puntos de comercio (karum) de los que el principal fue Kanesh (Kültepe).

Anteriormente se creía, hace más o menos un siglo atrás, que Egipto era la cuna de la civilización y que los primeros progresos de la humanidad provenían de allí. Pero al descubrirse –entre las dunas de Nimrod y de Khorsabad, en Mesopotamia– los restos de gigantescas murallas de piedra y de esplendorosas construcciones, se pudo conocer una civilización que se desarrolló mucho antes que la egipcia, de la cual formaba parte precisamente la asiria; caracterizada por ser una población belicosa, cruel y feroz, su rígida organización militar y por el empleo del exterminio y del terror como arma para el dominio de los pueblos vecinos. Asimismo, debemos resaltar el avance de la ciencia asiria por sus observaciones astronómicas: conocían el zodíaco, tenían su calendario análogo al actual y un sistema de pesas y medidas parecido al métrico. Escribían sobre ladrillos de arcillas blanda con signos cuneiformes. Su lengua era un dialecto acadio.

Igualmente, es interesante anotar que la literatura nació entre el Tigris y el Éufrates y, para el historiador asiriólogo español, Juan-Luis Montero Fenollós[5] –quien trabaja sobre el terreno en la antigua Mesopotamia– una de las obras cumbre de los asirios se escribió sobre arcilla. Se refiere a 'La epopeya de Gilgamesh', un semilegendario rey de Uruk cuya búsqueda de la inmortalidad se narra en doce tablillas. «Es el gran poema de la época. Gilgamesh llega al final a la conclusión de que la inmortalidad es propia de los dioses». 'La epopeya de Gilgamesh' incluye una narración del diluvio. Enlil, el Creador, desata un diluvio disgustado con los hombres y Ea, dios de la Sabiduría, avisa de ello a Utnapishtim y le dice que tiene que construir un arca, y meter en ella a su familia y a los animales. Es el Noé bíblico, pero miles de años antes. Así encontramos también algunos proverbios como: «Si muere un hombre pobre, no trates de volverlo a la vida. Cuando tiene pan, le falta la sal. Cuando tiene sal, le falta el pan. Cuando tiene carne, le falta el condimento. Cuando tiene condimento, le falta la carne». Este proverbio de hace 4.100 años no ha perdido actualidad. Lo mismo que «En boca abierta, entran moscas», y una reflexión sobre la riqueza: «Quien tiene mucho dinero puede ser feliz. Quien tiene mucho grano puede estar contento. Pero quien nada tiene puede dormir».

La historia de Asiria, como en la de Egipto, se distinguen tres períodos de auge: los reinos antiguo, medio y nuevo. El reino antiguo que comprende los siglos XVIII al XIV a. d. n. e., acabó como vasallo de Mitanni y el reino medio que va de los siglos XIV al XI a. d. n. e., tras una etapa de expansión, vio reducido su territorio ante el avance de los arameos. El reino nuevo comprende el período de los siglos IX al VII a. d. n. e., en el que se realizaron grandes conquistas, mediante el empleo de la caballería, combinada con los carros y la infantería. Pero a finales del siglo VII Asiria fue destruida por medos y babilonios.

Los reyes asirios estaban convencidos de que su misión era someter al mundo a su dios Assur. En sus mensajes a él, rendían cuentas de las campañas que habían realizado en su nombre y en su honor. Creían que podían alegrar y aplacar sus iras si aplicaban crueles castigos a los derrotados.

Arrasaron con los pueblos, devastaron países enteros, enviaron al cautiverio y al exilio a millares de personas y sembraron en todas partes el terror y la muerte.

El imperio asirio alcanzó su mayor apogeo alrededor del 700 a. d. n. e., cuando se extendía de Armenia hasta Egipto y desde el Asia Menor hasta Irán y el golfo Pérsico por el sur. El emperador era gran rey de Asiria, rey de Súmmer y Accad, soberano de los reyes y príncipes sirios, cananeos y judíos y, desde el año 671 a. d. n. e., ocupaba el trono de los faraones. Por tanto, el imperio se basaba en la autoridad real, el rey era el Shangu del dios Assur, a la vez sacerdote y administrador, a todos los súbditos se le exigía juramento al rey, tenía todos los poderes políticos, religiosos y administrativos. El harén real estaba regido por leyes, los eunucos tenían gran importancia, siendo frecuentes las intrigas dentro del harén.

Al principio de su historia estos reyes fueron tributarios de los caldeos (de Babilonia), pero después consiguieron hacerse independientes e incluso llegaron a someter a los reinos de alrededor como ya lo hemos expresado. El rey era además comandante en jefe del gran ejército[6] que llegaron a tener; o sea era monarca absoluto, aunque los nobles y gobernantes de las tierras conquistadas asumían casi siempre las decisiones en su nombre. Esta situación fue decisiva en los últimos reinados pues se sucedieron las revueltas e intrigas aristocráticas, resquebrajando de este modo la organización y la administración del Estado que poco a poco fue perdiendo todo poder.

Las expediciones guerreras se llevaban a cabo cada año por primavera con el rey al frente. La expedición consistía en la invasión de un pequeño reino al mismo tiempo –para demostrar su poder– destruían completamente las ciudades capturadas, le prendían fuego y las tierras de cultivo que las rodeaban eran taladas; se llevaban sus tesoros como botín. Se cortaban las cabezas a los muertos y se tomaban prisioneros que eran encadenados para llevarlos consigo. La mayor parte terminaba como esclavo; el resto era enviado a otras ciudades para que contaran lo que habían sufrido, con el fin de evitar rebeliones. Entre estos prisioneros siempre había obreros y mujeres. Después regresaban con un buen botín de guerra que era distribuido entre los soldados.

En materia de administración pública, existía una gran jerarquización y burocracia, la central en manos de el General en Jefe, el Heraldo, el Intendente, el Copero Mayor y los Gobernadores de Provincias, los cargos militares y el Gran Visir o Sukallu; a nivel provincial podemos distinguir los administradores locales, los Gobernadores provinciales y el Gobernador central, estaba muy centralizado y dependía del servicio de correos.

La economía apenas evolucionó desde la formación del imperio, era esencialmente agrícola, el artesanado poco desarrollado estando concentrado en los centros administrativos, el comercio en función de las necesidades de la clase dirigente, perfeccionaron la fundición, construyeron caminos acueductos etc. con una esclavitud no muy numerosa, cuyas fuentes son las mismas de siempre, semejante a la de la región de Mesopotamia y no tenía grandes diferencias con la de Babilonia.

Del mismo modo podemos señalar que, la división de las clases sociales era paralela a la de Babilonia: existía una aristocracia militar y altos funcionarios; hombres libres que disponían de la tierra; población libre, clase humilde sin propiedades, y esclavos.

En cuanto al derecho consuetudinario, tampoco hay grandes diferencias de la época de Hammurabi. El matrimonio era polígamo, con una serie de leyes familiares, disposiciones especiales para las viudas de guerra, el carácter tremendamente cruel de las penas las distingue de las babilónicas, eran muy severos en cuanto a las reglas de palacio, disciplina estricta.

El último de los grandes emperadores asirios fue Assurbanipal, quien fomentó las artes y letras, hizo construir magníficos templos y palacios y formó una gran biblioteca donde reunió, escritos en signos cuneiformes sobre tablillas de arcilla, los documentos más importantes de las civilizaciones sumerio-acadia, babilónica y asiria. Las ruinas y los escritos fueron encontrados por los arqueólogos bajo la ciudad de Nínive.
A la muerte de Asurbanipal el problema de sucesión no se pudo resolver y la disputa entre hermanos hizo que interviniera el rey caldeo Nabopalasar. Éste se tomó Assur en el 625 atacando Ninive. El último rey Ashur-Uballit II se hizo fuerte en Harrán con ayuda del faraón Nekao pero se retiraron más allá del Éufrates. El faraón Nekao implantó su dominación sobre Palestina.

El imperio asirio, por sus características, basado en el terror y la violencia y, además, cobrador de altos tributos, no podía durar. Entre los pueblos reprimidos empezó a crecer el odio y la oposición. El rey de la ciudad de Babilonia se unió con el pueblo indoeuropeo de los medos, quienes desde la meseta de Irán ingresaron a Asiria. En el año 612 a. d. n. e. cayó la capital, Nínive; sus lujosos palacios y templos fueron incendiados. Sardanápalo, el último rey de Asiria, se suicidó lanzándose a las llamas.

Un último problema entró en nuestro círculo visual, luego de haber estudiado sucintamente el Modo de Producción Esclavista en la región de Mesopotamia (Babilonia y Asiria), o sea lo que es hoy, cuando escribimos estas líneas, la República de Irak, no podíamos quedarnos callado sin antes reflexionar, aunque sea brevemente, sobre la destrucción cultural de Irak después de la posguerra. Ésta ha sido más violenta aún, pues las fuerzas de ocupación norteamericana y europea se dedicaron al saqueo y la destrucción de muchos tesoros irrecuperables; v. gr. en el Museo Arqueológico –el único más grande almacén de materiales de las antiguas civilizaciones de la Mesopotamia, incluyendo a Sumeria, Akadia, Babilonia, Asiria y Caldea; también preservaba objetos de Persia, Antigua Grecia, el Imperio Romano y varias dinastías Árabes– se robaron tablillas de arcilla de la civilización sumeria que contenían los primeros registros escritos de la humanidad. El Museo tenía las tablillas del Código de Hanmurabí, del cual hablamos en nuestro ensayo anterior, quizás el primer sistema de leyes del mundo y textos cuneiformes que son los ejemplos más antiguos de escritura-poemas épicos, tratados matemáticos y recuentos históricos.

El Viejo Jarrón Uruk de Alabastro, de 5.000 años de antigüedad, es la más temprana representación conocida de un ritual religioso. El rostro de piedra de una mujer, modelado 5.500 años atrás, es de los más antiguos ejemplares sobrevivientes de escultura representativa. El más viejo vaciado de cobre del mundo era el busto de un rey Akadio, del año 2.300 a. d. n. e.

Otra pérdida significativa se ha dado por el incendio alrededor de la Biblioteca Nacional, la que contiene decenas de miles de viejos manuscritos y libros y periódicos desde el Imperio Otomano hasta el presente. Las salas de lectura de la Biblioteca y los estantes fueron reducidos a ruinas humeantes. Ardieron más de 700 manuscritos antiguos. Fueron quemados más de un millón de libros y diez millones de documentos. Por este motivo el escritor e investigador venezolano Fernando Báez[7] señaló: “En nombre de la civilización occidental, Estados Unidos está arrasando la cuna de la civilización"[8].

Es sorprendente, lamentable y curioso, lo decimos con gran dolor y con la mayor malicia del caso, que la primera destrucción de libros del siglo XXI haya ocurrido, precisamente, en la nación donde tuvo lugar la invención del libro en el año 3200 a. d. n. e., cuna del desarrollo de la humanidad, de grandes descubrimientos de la ciencia, del arte y la tecnología que aún disfrutamos en nuestros quehaceres cotidianos en el mundo de hoy, después de haber transcurrido seis mil o más años.

En esta época a Irak se le comenzó a extinguir sistemáticamente su identidad, no tiene manera de conocer su pasado; los soportes históricos y culturales han sido arrasados por la ambición del poder de su gran riqueza física como lo es el petróleo. Los Estados Unidos de América y sus aliados se escudaron en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) bajo la hipocresía de que este país poseía o conservaba grandes cantidades de armas químicas y biológicas desde la primera Guerra del Golfo en 1991, lo cual nunca pudo ser demostrado o comprobado por los inspectores de la ONU que revisaron minuciosamente todos y cada uno de los almacenes militares y de los lugares más recónditos donde se pensaba que podían estar escondidas las mencionadas armas.

Los traficantes de obras de arte saquearon cerca de quince mil objetos valiosos pertenecientes a Irak y a la vez a la humanidad. El investigador Báez[9] denuncia que muchas veces esos traficantes han actuado en complicidad con las fuerzas extranjeras de ocupación. “¿Se imaginan qué pasaría si un día el Museo del Louvre amaneciera vacío?”, se pregunta.

Como lo hemos expresado, en Irak comenzó la historia de la civilización. “Los inventores del libro electrónico volvieron a los orígenes de la civilización para arrasarla”[10], afirmó el escritor venezolano, quien manifestó además, que muchas veces tal saqueo y destrucción fueron ejecutados de manera premeditada y planificada, como una banda de jóvenes provistos de bombas de fósforo que saqueó y destruyó documentos seleccionados de la Universidad de Bagdad.

Afortunadamente ha habido personal de bibliotecas que contribuyó a salvar parte del patrimonio, pero de todos modos el daño ocasionado hasta ahora es irreversible. El ejército estadounidense ha cancelado toda investigación, el Pentágono se ha negado a admitir la magnitud del desastre y existe una total impunidad para los autores de tales atrocidades.

En estas condiciones preguntamos entonces ¿Quiénes son los responsables de la destrucción cultural de Irak?, no hay dudas que la mayor parte de la culpa se la atribuimos a la administración actual de Estados Unidos, que desatendió todas las prevenciones hechas y violó fehacientemente la Convención de La Haya de 1954 que protege los tesoros artísticos en tiempo de guerra y que fuera adoptada en reacción al saqueo Nazi de la Europa ocupada durante la Segunda Guerra Mundial. Por consiguiente, EE. UU. no resguardó los centros culturales, peor aún, incitó a través de una publicidad de animadversión, los desvalijamientos.

Estados Unidos también incurrió en los delitos de crímenes contra el patrimonio cultural expuestos en el Protocolo de 1999. “Tal vez por eso la administración de George W. Bush ha solicitado inmunidad para oficiales y soldados ante posibles juicios en los tribunales penales internacionales. Tal vez por eso también decidió reingresar a la UNESCO y envió a su esposa a negociar cargos ejecutivos dentro de esta organización, despedir a los asesores más incómodos y silenciar toda crítica”[11], denunció Báez.

Lamentamos profundamente haber sido testigo de la época en que se saquearon los museos y la Biblioteca Nacional de Irak, con ello se destruyó la gran herencia cultural. Ha sido un crimen histórico de la cultura el que se ha cometido no sólo a Irak, sino a la humanidad, del cual la Administración Bush es responsable. Con estos actos vandálicos se le dio inicio, como lo expresamos arriba, a la pérdida segura de la identidad de Irak. En consecuencia, se ha dicho que la identidad de un país, su valor y su civilización radican en su historia.
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[1] Deriva de Assur, nombre de la Divinidad que veneraban sus habitantes. También se denominaba Assur la ciudad capital más importante y antigua de Asiria, ubicada a orillas del Tigris Tiempo después el país tomó el mismo nombre y posteriormente el de Asiria.
[2] Proviene del latín Chaldaeus, y este a su vez del griego Χαλδαῖος, y este, finalmente, del acadio kaldû. Nombre con que se conoció en la Antigüedad la región situada en la baja Mesopotamia, al establecerse en ella los caldeos. Posteriormente esta denominación se extendió a toda la región de Babilonia. Los caldeos eran una tribu semítica de origen árabe que se asentó en Mesopotamia meridional en la parte anterior del I milenio a. d. n. e. Por su lengua se asume que están relacionados con los arameos, aunque se asentaron mucho más al sur que los arameos, en Mesopotamia superior y Siria. Durante el período de la dominación asiria de Babilonia, los caldeos formaron una resistencia fuerte al reino asirio. Cuando Babilonia finalmente reestableció su independencia, se encontraba bajo la dinastía caldea. Después de la conquista de Babilonia por los persas, los caldeos desaparecen como una tribu separada.
[3] Era una región histórica del Medio Oriente, cuna de grandes imperios. Situada al NO de Irán, junto al Caspio, habitada ya en el s. V a. d. n. e. Aquí llegaron los medos en el s. II a. d. n. e., de ahí su nombre. Lucharon contra los asirios. Su capital era Ecbátana. Enciclopedia Lexis 22. Círculo de Lectores. Tomo 13. Barcelona. España. 1976. P. 3681.
[4] Región pantanosa de Mesopotamia donde habitaron las tribus semíticas «Arameos».
[5] Primera Literatura. En Internet:
[6] Los asirios organizaron un gran y temible ejército compuesto por infantería y caballería. Fue el primer ejército que se conoce que utilizara armas de hierro.
[7] Báez, profesor e investigador nacido en Guayana y Premio Internacional de Ensayo Vintila Horia, hizo parte de una misión internacional para evaluar los daños causados a las riquezas de Irak, que forman parte del patrimonio de la humanidad ya que allí nació la escritura y la civilización occidental. Revista de los escritores hispanoamericanos “Letralia”. Tierra de Letras. En Internet: http://www.letralia.com/122/0309baez.htm
[8] Los lectores que deseen conocer el dramático relato descriptivo del investigador Báez sobre el Atentado Cultural en Irak, bien pueden consultar la siguiente página en Internet:
[9] Revista de los escritores hispanoamericanos “Letralia”. Tierra de Letras. Op. Cit.
[10] Ibidem.
[11] Ibid.

Referencias Bibliográficas
1. Asiria. En Internet: http://es.wikipedia.org/wiki/Asiria

2. Asiria. En Internet: http://www.fotosdecine.galeon.com/

3. Asiria y Caldea. En Internet:

4. Asiria. Seyni Guzmán. En Internet:

5. Asiria, Babilonia y Elam. En Internet:
http://www.um.es/ipoa/cuneiforme/elamita/historia/asiria.htm

6 Atentado Cultural en Irak. El enigma de los libros destruidos en Bagdad. Fernando Báez.
En Internet: http://www.revistanumero.com/39irak.htm

7 Culturas y civilizaciones. Asiria. María Pilar González-Conde Puente. Universidad de Alicante. En Internet:

9 Enciclopedia Lexis 22. Vol. 2. Círculo de Lectores. 1973.

10 Falsedades para justificar la guerra de Irak. En Internet:
http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=1071

11 Fernando Báez ahora cuenta cómo destruyeron Irak Letralia – Tierra de Letras. Revista de los escritores hispanoamericanos. En Internet: http://www.letralia.com/122/0309baez.htm

12 Historia de Mesopotamia En Internet:
http://www.geocities.com/rincondepaco2001/mesopotamia.html

13 Historia Universal Comparada. Editorial Plaza & Janes S. A Tomos I y II. Barcelona. España. 1971.

14 Historia Universal Planeta. Editorial Planeta, S. A. Tomo I. Barcelona. España. 1977.

15 Irak denuncia el expolio de Babilonia. Alberto Sotillo. En Internet:
http://blogia.com/terraeantiqvae/index.php?idarticulo=200412255

16 Irak - EEUU: Depredadores. La Destrucción Cultural por la Guerra. Humberto Márquez (IPS).
En Internet: http://www.guiacultural.com/dest_cult_irak.htm

17 La caída de Asiria. En Internet:

18 Los asirios: destrucción y conquista. En Internet:
http://icarito.latercera.cl/icarito/2001/822/pag5.htm

19 Los Asirios. En Internet:

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