Ven:. Maest:. Resp:. Log:. Lealtad No. 7
Ex Gran Maestro de la Muy Resp:. Gr:. Log:. del Norte de Colombia
La Masonería es, por definición, una sociedad iniciática. Y como tal, debe ser considerada como una escuela de formación de sus integrantes. Desde esa perspectiva educativa, el objetivo de la Masonería no es inculcar a sus adeptos, un conjunto de conocimientos, sino, fundamentalmente, principios filosóficos y un sistema de valores. Según nos enseña la propia historia de la Orden, el ideal de hombre que la Masonería quiere formar debe estar en posesión de tres cualidades básicas. Ha de ser una persona ilustrada, moral y libre. Ilustrado para que pueda aportar con su estudio algo en la tarea de progreso que la Masonería propugna. Moral para que distinguiendo el bien del mal, contribuya a la felicidad propia y de los que le rodean. Libre porque sin libertad no se puede ser responsable. Y sin responsabilidad no podemos responder por nuestros actos. En todo caso en este ensayo nos proponemos reflexionar sobre qué es lo que requiere la Francmasonería para comprender su naturaleza y elevados fines, ¿un proceso educativo entre sus miembros? o ¿una instrucción Masónica, que por sus características es limitada y a la vez limitante?
La instrucción Masónica comienza a partir de nuestra iniciación en la Orden, que es una filosofía y una sociología. Es una filosofía porque desde ese momento nos introducimos en un sistema donde debemos estudiar racionalmente el pensamiento humano en todas sus formas, en el tiempo y en el espacio, lo cual hacemos a través de los grados que vamos recibiendo sea cual fuere el rito en que se trabaje. La filosofía de la Masonería es la filosofía de la humanidad y en esta filosofía se han inspirado los más grandes sabios de todos los tiempos. La filosofía Masónica está enraizada en las enseñanzas de los avatares que en las distintas edades encarnaron en el planeta para proyectar nuevas formas de pensamiento y superación filosóficas para procurar la evolución de los pueblos hacia un devenir superior en la libertad, igualdad y fraternidad. “(…) La Iniciación encierra la teogonía, el culto de la moral, la filantropía, las artes, los conocimientos que poseía ya el mundo primitivo (…)” “(…) Nosotros definimos la Iniciación, Masonería o Francmasonería: una escuela de filosofía, en donde por medio de símbolos y jeroglíficos, el hombre se convierte en buen padre, buen amigo y buen patriota (…)” Asimismo decimos que la Iniciación es una sociología, porque comenzamos el estudio de la vida social humana, de los grupos y sociedades. Es una empresa cautivadora y atrayente, al tener como objeto nuestro propio comportamiento como seres humanos. Nos enseña que lo que consideramos natural, inevitable, bueno o verdadero puede no serlo y que las “cosas dadas” de nuestra vida, querámoslo o no, están influidas por fuerzas históricas y sociales. Por consiguiente, la Francmasonería actúa sobre la sociedad a través de la transformación progresiva de sus miembros quienes buscan el bien conjunto de la sociedad sin afán de lucro personal. Por este motivo, además, es que decimos que la Masonería es filantrópica.
Desde siempre y gradualmente, paso a paso, la Institución Masónica ha entregado generosamente sus enseñanzas a todos sus adeptos, de conformidad con el grado Masónico que se posea; de cada uno de nosotros ha dependido el alcanzar esa superación, si las aceptamos o las rechazamos, si somos aptos e ineptos para apreciar y dominar esas lecciones. Cuando se es Apr.·. o Comp.·. Masón, buscamos con avidez interiorizarnos en sus intrincados misterios y asimilamos el contenido de su filosofía, en el estrato que nos corresponde; después, cuando alcanzamos la maestría, creyendo saberlo todo, no estudiamos, no investigamos o no profundizamos en esas enseñanzas o, si lo hicimos, tal vez ya las tengamos olvidadas por el motivo que sea.
Hoy más que nunca el Masón debe prepararse eficientemente en todos los órdenes, tanto dentro de nuestros TTall.·. como afuera, para así con un amplio conocimiento, enfrentar los cambios cada vez más acelerados que sufre la sociedad. En lo profano, apresuradamente todos los paradigmas son cuestionados o abatidos y su lugar es ocupado por nuevas corrientes o concepciones intelectuales, lo que nos obliga a vivir un renacimiento o renovación permanente. Pues, la Masonería no puede ser estática sino dinámica. No podemos quedarnos en la mera tradición, porque sería no aceptar la realidad de la evolución social del mundo. Citemos solamente unos ejemplos, al constituirse la primera Gran Logia en Londres a comienzos de la edad moderna, como todos los Masones lo sabemos, la Gran Logia Unida de Inglaterra se vio obligada en 1717 a modernizar la Ord.·. iniciando en sus LLog.·. a profanos que no estaban vinculados a la construcción. Es la fecha que tenemos como referencia donde nace la Masonería Especulativa o Moderna y deja de ser Operativa. Luego, en 1723, Anderson compila los Antiguos Usos y Costumbres de la Ord.·. en una Constitución. Allí se abre el compás poniéndose a tono con la época, aceptando que la Masonería es adogmática y no tendrá en cuenta el credo religioso de sus adeptos. Con el pretexto de que el Gran Oriente de Francia –quien le expidió Carta Patente a nuestro Supremo Consejo Neogranadino, el 11 de julio de 1851, hoy Supremo Consejo del Grado 33 para Colombia– “en 1877 decidió el cambio de sus Estatutos y en 1884 el de sus rituales; prescindiendo con dichos cambios de la obligatoriedad de la creencia en Dios y la Biblia, así como de la invocación al G.·. A.·. D.·. U.·., quedando con ello en libertad sus miembros de creer o no creer y de mantener o no la presencia de la Biblia en el Templo, la Gran Logia Unida de Inglaterra rompió las relaciones con el Gran Oriente de Francia y, erigiéndose en una especie de Primado o Papado Masónico, organizó todo el sistema de reconocimientos, regularidades e irregularidades que ha llegado hasta nuestros días”. No vayamos tan lejos, aquí mismo, la Resp.·. Log.·. Nueva Alianza Nº 2, que trabaja bajo la jurisdicción de la Muy Resp.·. Gr.·. Log.·. del Norte de Colombia, consideró que el Libro de la Ley no era la Biblia, sino la Constitución Política de Colombia y en el Ara trabajan con este último libro. A lo mejor estos QQ.·. HH.·. quisieron romper la tradición después de haber reflexionado sobre una decisión trascendental como esa. Por tanto, podemos afirmar que la modernidad y la postmodernidad no se arrodillan ni se pliegan ante la tradición, porque de lo contrario todavía la Masonería fuera Operativa y los que no tenemos por profesión la arquitectura no hubiésemos tenido la oportunidad de habernos iniciado en los augustos misterios de la Francmasonería.
Como quiera que la Muy Resp.·. Gr.·. Log.·. del Norte de Colombia –al igual que otras Grandes LLog.·. del país– obtuvo su Carta Patente del Sup.·. Cons.·. del Grado 33 para Colombia y trabaja dentro del R.·. E.·. A.·. A.·. que dirige nuestro Sup.·. Cons.·., que a su vez lo definimos como “una Potencia Masónica independiente y soberana, debidamente organizada y preparada para impartir instrucción Masónica permanente, enseñando y desarrollando sus principios y filosofía mediante el estudio y la práctica ritualista de sus 33 grados, los cuales se enumeran del 1º al 33º” , es el ente, a través de sus IInsp.·. GGen.·. de la Ord.·., llamado a vigilar, controlar y a ofrecer instrucción Masónica en todos los grados de nuestra Institución. Justamente, el Artículo 79 de los EEstat.·. GGen.·. del Sup.·. Cons.·. del Gr.·. 33 para Colombia, señala en uno de sus apartes; “Son deberes de los Cuerpos subordinados” “(…) Trabajar sin cesar por el progreso de la humanidad, por su libertad y bienestar”; “propender a la difusión de la instrucción (…)”
La temática propuesta en las LLog.·. y en las CCám.·. como estudio o medios de acción, deben siempre referirse a la parte histórica, simbólica, filosófica, esotérica o social de cada gr.·.; deben tender a elevar la mente de los HH.·. hacia la más completa comprensión de lo que la Ord.·. espera conseguir por el Trab.·. y el pensamiento colectivo de sus miembros, como resultado del perfeccionamiento intelectual de cada uno.
Los anteriores criterios nos enseñan con precisión cuáles son los fines principales que persigue la Masonería del R.·. E.·. A.·. A.·., y sugieren también los medios de acción que sus miembros deben seguir para expresar el carácter de la Orden. No obstante, en el seno de nuestras LLog.·. SSimb.·. y por supuesto de las CCám.·. EEsc.·., es muy frecuente y repetido hablar de la “instrucción” Masónica como una necesidad evidente y constante de los HH.·., especialmente de los recién aceptados, quienes demandan respuestas a sus innumerables preguntas y cuestionamientos. Sin embargo, en una Institución filosófica como la nuestra, la palabra “instrucción” no deja de ser incómoda, en el evento en que se entienda como un mero acto de “hacer saber” o de “enseñar” acerca de cómo se hacen los movimientos y las cosas rituales de la Logia, entonces no cabe duda que su significación no sólo es limitada, sino lo más grave, es limitante, porque, si filósofos somos, entonces lo más relevante no es el mecanizado «cómo», sino en todo caso el preocupante «por qué», el cual necesariamente nos lleva a la reflexión, y es ésta la función esencial de la filosofía. Un pensamiento clásico dictamina: “Quien reflexiona, filosofa, quien no reflexiona, no filosofa”, ¡entonces filosofamos..!
En estas circunstancias, la “instrucción” resulta una cuestión verdaderamente insignificante, un asunto que un buen “mecánico del ritual” puede simplemente solucionar. Si el problema de fondo es “si este pasito es para allá o si es para acá”, entonces la reflexión no tiene lugar en la Masonería. La labor Masónica, para que sea productiva, debe ser notable y no debe ni puede continuar en sí misma de manera estática como lo hemos expresado anteriormente. Pero esta trascendencia influye en la formación iniciática, ética y social de los miembros de la Ord.·., para que éstos, en sus respectivos radios de acción realicen la elevada función de la Masonería. El pensamiento filosófico es, por definición, crítico y argumentativo, y conduce a los adeptos al conocimiento e interpretación de los símbolos y mensajes rituales propiciando que obtengan su significación más real y profunda, y sólo así adquiere una vivencia plena para quien los piensa y los trabaja continuamente a través de la reflexión.
Para que los TTrab.·. en su aspecto Cerem.·. sean equilibrados y justos, es un requisito sine qua non que la ejecución de la Log.·. sea homogénea y Solem.·., pues ello es necesario para obtener un resultado real y significativo en la mente y en el espíritu de los HH.·.. Nada más decepcionante para los AApr.·. y aún para los M.·. M.·., que una Log.·. divague en el orden de los TTrab.·., en su armonía y belleza. No bastan los arreos ni el vestido de quienes asisten a una Ten.·.; es imprescindible que el desarrollo ritual sea llevado con orden y entonación, lo cual exige que los participantes sepan «qué hacer», «cómo hacerlo» y «cuándo hacerlo». El Maest.·. que preside una Log.·. o una Cám.·., debe ser un experto director de la Ten.·., y no un adolescente Maest.·. que todo lo pregunta y que termina haciendo todo lo que le dicen quienes le rodean, al punto del aturdimiento. Igualmente, para evitar las críticas y los agudos reparos de esos HH.·. celosos y quisquillosos que todo lo observan y todo lo critican, a veces con sarcástica e intolerante ironía, se necesita justamente poseer una experimentación tal que las cosas se hagan bien, dando ejemplo de ser un verdadero Maest.·..
Si bien la forma es importante, por sí misma sería insuficiente, ya que no lograría la meta esencial de la Masonería, que es alcanzar “gradualmente la plenitud de la Luz Masónica”, o sea, el cabal cumplimiento de los deberes que tenemos para con nuestros semejantes y para con nosotros mismos. Entonces, la Masonería nos predispone a «comprender» y no a «repetir» mecánicamente las cosas. La reproducción de los rituales, si bien debe ser precisa, armónica y ordenada, debe ser con conocimiento de causa, pues de lo contrario convertiríamos los TTrab.·. en meras emulaciones y representaciones teatrales. En consecuencia, no basta con la pura “instrucción”, sino que es necesaria la educación para inducir a los participantes al desarrollo de habilidades, pero sobre todo de actitudes orientadas a la reflexión y a la adopción de los preceptos de ética masónica, tal como lo indican nuestros textos y documentos básicos.
Con los planteamientos anteriores de promover una nueva forma de Trab.·. masónico, no estamos proponiendo que cambiemos las bases, principios, postulados, fines y objetivos de la Ord.·., propugnamos sencillamente que seamos lo suficientemente responsables –utilizando como estrategia la instrucción y educación Masónica– para cumplirlos. Nadie puede validamente negarnos el derecho a preparar a nuestros miembros para que sean útiles a sí mismos, a su familia, a su Log.·. y Gr.·. Log.·., así como también para que puedan cooperar a la solución de los grandes problemas nacionales, si no lo hacemos, la Masonería seguirá luciendo como una asociación con excelentes fundamentos, pero que no interesa a nadie y ¿saben por qué? porque muchos de nosotros, lo que aprendemos en Log.·. no lo llevamos a la práctica ni dentro, ni fuera de ella.
Para modificar los procedimientos y para que cambie substancialmente el sentido de los TTrab.·., para que hagamos verdadera Masonería, para que podamos de tal forma beneficiar a nuestras LLog.·. y a nuestra Gr.·. Log.·., así como atraer a hombres debidamente seleccionados a nuestros TTall.·., necesitamos, primero, adoptar a nivel de Log.·. y Gr.·. Log.·. una sostenida y planificada política de instrucción, educación y adoctrinamiento entre nosotros mismos. Después, como estrategia de esa política y para hacer interesante y llamativa la Masonería, debemos dar a conocer la historia, la filosofía, nuestros principios y objetivos a los profanos con deseos de iniciarse en nuestros augustos misterios, o aquellos que todavía tienen dudas de tocar nuestras puertas porque desconocen a donde van a ingresar y necesitarían una inducción de nuestra parte.
Sólo la ilustración de los HH.·. más antiguos y eruditos en la materia –que no hay muchos, entre otras cosas, en nuestras LLog.·.– nos permiten comprender y a solucionar o despejar algunas inquietudes sobre Masonería. Lo que nos demuestra la falta de un verdadero plan de instrucción y educación Masónica en nuestros TTall.·.. Asimismo, es importante señalar, cuando tratamos de solucionar estos problemas, escogiendo a HH.·. conferenciantes en que se les asignan temas básicos para nuestro aprendizaje, el día de su exposición no asistimos porque “creemos saberlo todo”. Lo más grave para este tipo de actividades es que ni los AApr.·., ni los CComp.·. ni los Maest.·. recién exaltados tampoco asisten. Sólo vemos a los HH.·. mayores, con quince, treinta o más años de vida Masónica, dándonos ejemplo de su disciplina por seguir aprendiendo.
Lo anterior nos hace afirmar que existen unos nuevos ingrediente que no permiten darle solución a este asunto: la apatía y la falta de interés (ambos subrayados), o sea que hemos caído en un círculo vicioso: por un lado criticamos la falta de instrucción y cuando nos la dan, no asistimos. ..¡No, no puede ser..! ..¡Por favor..! Recordemos que somos MMas.·. y como tal debemos dar ejemplo de nuestra seriedad. Lo cual, también, nos conduce a algunos interrogantes: ¿por qué esa apatía? y ¿por qué esa falta de interés de los AApr.·., CComp.·. y los MMaest.·. recién exaltados, en no asistir a las conferencias de instrucción? ..¿Será que hay que enseñarles que los MMas.·. debemos ser disciplinados y cumplir con nuestros juramentos que todos conocemos? O, es que ¿tenían otras expectativas y están en el lugar equivocado? O, más bien ¿nosotros como Institución estamos fallando porque los métodos empleados para la instrucción no son los mejores? O, ¿los temas que estamos seleccionando no llaman la atención a estos HH.·.? O, ¿sí hemos elaborado un verdadero plan de estudio que cumpla con el objetivo general, los objetivos específicos, la misión y fines de la Francmasonería en cada uno de los grados? En todo caso es conveniente revisar estos planes con el fin de ver cuáles son las debilidades y fortalezas para que se tomen acciones y así corregir las fallas que se tengan mediante una estrategia general institucional.
“(…) La Mas.·. no puede correr el riesgo de que hayan HH.·. que no se ilustren, cuando precisamente la Mas.·. es para instruir y educar a los hombres. Sólo los bien adiestrados, educados e instruidos, tienen las condiciones ideales para cumplir las obligaciones que le impone la Mas.·. El Masón que no recibe instrucción y educación, no llega a comprender bien lo que es nuestra Ord.·. y en qué se diferencia de otras asociaciones humanas. Por todo esto, podemos señalar que es fácil, en nuestro tiempo, entrar a la Masonería, lo difícil es que la Masonería entre en nosotros.”
“Por eso debemos urgentemente implementar en nuestras LLog.·. acciones tendientes a la modernización y actualización de nuestra Institución en el aspecto operacional, innovando y actualizando programas educacionales, configurando una nueva metodología educacional, utilizando softwares de computadora, video-casetes y audio visuales, utilizando una temática adecuada al momento histórico que estamos viviendo y sin que se pierda su esencia fundamental que la caracterizó desde su fundación (…)” .
Lo cierto es que la falta de instrucción y educación Masónica no nos deja avanzar y estamos llenando de “profanos con mandil”, las CCol.·. de nuestros TTemp.·.. Profanos que con tres, cinco y hasta más años en la Mas.·. no han entendido a la Institución, ni han asimilado sus sabias enseñanzas. “Profanos con mandil” que sólo se dedican a criticar los errores que cometen los HH.·. que trabajan por la Ord.·.. “Profanos con mandil” que nunca los vemos presentar planchas de instrucción en las LLog.·. y menos en las CCám.·. EEsc.·., porque no estudian ni investigan. “Profanos con mandil” que no asisten a las actividades culturales y sí a las iniciaciones, aumentos de SSal.·. y EExalt.·. para disfrutar los ricos bufets, las deliciosas picadas y paladear los exquisitos licores en los brindis que acostumbramos hacer. “Profanos con mandil” que, por falta de estudio y comprensión de lo que es la Mas.·., no agotan los medios fraternales para proceder judicialmente contra la Institución. En fin, sería un largo etcétera de “Profanos con mandil” y coparíamos todo el espacio de esta columna si continuamos señalando a esta clase de “hermanos” que no es el objetivo de nuestras reflexiones y lo hemos hecho tangencialmente porque el tema que estamos desarrollando así lo ha requerido.
Pues bien, continuando con nuestro análisis tenemos que la instrucción Masónica debe ser prudente en afirmaciones absolutas y copiosas en postulados que, al inverso del dogmatismo teológico-eclesiástico contengan como distintivo esencial de su ética el positivo amor a la humanidad. La educación Masónica debe ser interactiva, continua, permanente y progresista, que estimule el interés por el estudio y la investigación. Por tal motivo planteamos, para una buena formación del Masón, tres objetivos claros:
- Formar hombres con conocimiento pleno de sí mismos y de su entorno moral, que estén preparados intelectualmente para reconocer la superioridad de la razón humana.
- Forjar hombres que por su inteligencia y sensibilidad le den el justo valor a la justicia y a la equidad, que hagan el bien sin mirar a quien y nunca esperar recompensa o pago por ello.
- Proyectar hombres que sean capaces de entender las leyes que rigen a nuestro universo y que sean capaces de propagar este conocimiento.
El aprendizaje de un Masón según las exigencias de esta época postmoderna y la educación Masónica que le pueda brindar nuestra Institución, depende de la formación del H.·., del esfuerzo y empeño que ponga en el avance hacia la perfección. En este mundo cambiante y exigente hay que estar en actitud constante de evolucionar y aprender. La función del M.·. M.·. es la enseñanza permanente, por que el simple hecho de instruir lo hace estudiar, comprender y conocer más sobre nuestra Ord.·..
A la par de la formación del Masón, el mundo actual ha sufrido un profundo y continuo proceso de transformación en un corto periodo de tiempo a finales del siglo pasado y principios de este nuevo milenio, tales como: el fin de la guerra fría, la caída del muro de Berlín y la desaparición del bloque socialista. El dinero digital, la moneda única de la Unión Europea, la firma electrónica. Y ya hemos comenzado a hablar de una moneda común para América Latina.
Las teleconferencias, la biblioteca electrónica, la Universidad y escuelas virtuales. Las mascotas electrónicas, los robots industriales y domésticos, las contestadoras electrónicas y teléfonos celulares.
Las cirugías de un paciente por computadora de un país a otro, la sangre artificial, los marcapasos inteligentes para el corazón., el corazón artificial definitivo. Los trasplantes de órganos humanos. Qué decir del estudio y descubrimiento del Genoma Humano, que según el Dr. Craig Venter del Instituto Celera Genomics, este logro constituye uno de los hitos más grandes de todos los tiempos, sólo comparable con la invención de la rueda. Y desde ya se está diciendo que la información genética revolucionará la medicina en las próximas décadas, dándonos nuevas drogas para enfermedades hoy imposibles de tratar. Se identificarán desordenes mentales con bases genéticas tales como la esquizofrenia. Se podrá sanar enfermedades degenerativas tales como el Alzheimer, el Parkinson, la diabetes, así como los problemas cardíacos, renales o de hígado. Se crearán drogas para tratar el cáncer, el VIH-Sida, o vacunas que protejan contra diversas enfermedades. Hace sólo tres años algunos animales fueron clonados con células que aparentemente invirtieron el proceso de envejecimiento. Los nuevos descubrimientos nos dejan entrever la atrayente perspectiva de manipular la longevidad humana. En otras palabras, nos acercan a la inmortalidad. En efecto, los nuevos conocimientos resultarán en la capacidad de manipular todo tipo de vida, sea microbiana, vegetal, animal o humana No es exagerado decir que estamos muy cerca de remodelar toda nuestra forma de vivir.
Las células solares para la transformación de la energía solar en eléctrica. Las computadoras personales portátiles para niños que no saben leer ni escribir. La llegada a la luna, al planeta Marte y Júpiter. La red de información INTERNET accesible desde un número de telefonía local, el correo electrónico; y la digitalización de las imágenes y el sonido, y un largo etcétera.
Frente a todos estos hechos, y en consecuencia, la educación del futuro se basará en la transmisión de conocimientos para ser memorizados y aprendidos bajo un proceso de enseñanza-aprendizaje especial a través de la informática, con la participación activa de los educandos en tiempo real, y donde la tecnología en materia de comunicaciones entre en juego. Ya existen aulas virtuales para educación de adultos. Las universidades están acreditando estudios de postgrado a través de Internet. Cada estudiante desde su casa dispone de toda la información necesaria para recibirse a través de su computadora. La red informática, el CD ROM, la Internet y los nuevos softwares, constituidos en herramientas de aprendizaje le abrirán horizontes inusitados para sus tareas educativas. El disco compacto capaz de concentrar una inmensa cantidad de información en forma de textos, imágenes, gráficos y sonidos, permite al estudiante, “NAVEGAR” por sus informaciones. La Internet le proporciona conocimientos actualizados, sobre todo los temas imaginables y le abre posibilidades infinitas de datos colaterales acerca de ellos.
Todos estos acontecimientos y otros mas han hecho que el mundo y las relaciones entre los diferentes países cambie en valores, principios, ideologías y metas, mientras que la mayoría de las Instituciones Masónicas se hayan huérfanas de metas concretas que hagan circular el liquido vital por sus envejecidas arterias, situación que las ha sumido en una crisis existencial que hace peligrar seriamente su futuro para este milenio que acaba de comenzar. Un ejemplo fehaciente de todo ello es la disminución y la deserción de HH.·.,cada día mayor, de los TTall.·., lo que se ha convertido en un fenómeno de carácter mundial al que hay que prestarle mucha atención. Ante tan radicales y definitivos cambios para la humanidad, tal parece que la Francmasonería permanezca ciega, aferrada a sus tradiciones y normativas, aislada y absolutamente ajena a esta súbita evolución en cuanto la rodea. Esta realidad indiscutible es o debería ser para todos nosotros motivo de muy seria preocupación.
Conclusiones y Recomendaciones
1. La Mas.·. en su conjunto, sea del Rito que fuere es, por definición, filosófica y se basa para su enseñanza, entre otras cosas, de símbolos, y éstos se encuentran presentes en todos los grados. Para comprender y asimilar estos elevados preceptos, es preciso reflexionar, pensar, y estudiar las funciones para las que la “instrucción” por sí misma no basta, ya que es incompleta y mecanicista. La educación, en cambio, es un proceso de formación intelectual más amplio y profundo, de modo que podemos afirmar que “la instrucción informa, y la educación forma”. En la filosofía la educación es un proceso indispensable.
2. El problema actual de la Mas.·., en cuanto a lo que a la formación Masónica se refiere, es que no está plenamente definido, regulado y oficializado, en forma clara y precisa, el método de realizar el proceso enseñanza-aprendizaje y lo que aún es peor, no están determinadas, ni codificadas, ni reguladas, ni siste-matizadas las enseñanzas que se deben impartir al Masón. Todo se ha manejado según los “Usos y Costumbres”. Sabemos que le corresponde a los VVig.·. la responsabilidad de enseñar, pero en la mayoría de las LLog.·. esto no funciona. Empezando porque los VVig.·. no los elegen atendiendo a su capacidad o idoneidad para cumplir esa misión clave en el futuro de la Masonería. Tampoco está definida la temática o contenido curricular de cada grado, que sería lo ideal para una buena instrucción y educación Masónica.
3. Para lograr la comprensión de los diversos temas que nos proponen los grados Masónicos, las LLog.·. SSimb.·. y las CCám.·. EEsc.·. deberían instrumentar una fórmula estratégica que permita que los HH.·. no se limiten a escuchar atentamente las planchas que otros HH.·. nos traen en las tenidas para luego felicitarlos y, en el mejor de los casos a comentarlas superficialmente. Haría falta establecer entre los HH.·. las prácticas de las “dinámicas de grupos”, comúnmente usadas en la educación superior, caracterizadas por la lectura conjunta de materiales previamente elaborados para luego discutirlos en “mesas redondas” y finalmente establecer conclusiones libres acerca del tema tratado. Estaríamos hablando de aquellos puntos delicados que constituyen el centro de enseñanza de los grados y que, por su importancia serían lo que en la educación formal se denomina “El Plan de Estudios” básico de la Orden.
4. No hay instructores, por la simple y sencilla razón de que no hay quien los forme, quien les enseñe. Y no hay quien quiera aprender porque nada les motiva a ello, o por apatía, porque no existe el ejemplo, porque los responsables de enseñar no saben, porque son escasos los HH.·. que han tenido el cuidado de prepararse en forma autodidacta. Afortunadamente aún contamos con HH.·. que, por su juventud, capacidad, interés, formación académica y conocimientos pedagógicos están en condiciones de garantizarnos el futuro. Solo es necesario motivarlos e interesarlos, al tiempo que formarlos intensivamente. A estos HH.·. tenemos que cuidarlos, porque representan el futuro de la Masonería.
5. Que los HH.·. con experiencias en el campo de la educación, contribuyan a armar y presentar una propuesta educativa que garantice que los contenidos Masónicos sean estudiados y comprendidos, para que los HH.·. asciendan a los diversos grados plenamente satisfechos del aprendizaje adquirido, luego de un riguroso examen. Pues, a la fecha los grados se adquieren por el “simple transcurso del tiempo”, con la asistencia comprobada o por las “necesidades de las Logias” y es así como tenemos maestros masones e Inspectores Generales de la Orden, ya por su devenir histórico o ya por su naturaleza simbólica, iniciática, ética o filosófica, que dejan mucho que desear cuando abordan asuntos netamente Masónicos.
1 comentario:
El método de aprender haciendo, es el más efectivo, a través de ritos y símbolos las verdades quedan grabadas en la memoria de corto y largo plazo con mayor facilidad que sólo viendo o escuchando. Mi país pasa por monentos complicados en cuanto a la educación, pero veo que uno de los mayores males es el no querer aprender, muchos sólo sueñan y quieren el placer, el satisfacer los gustos personales, el peor enemigo de la educación puede ser la TV o el internet cuando estos elementos son guiados por la apatía y falta de conciencia humana,más que recursos monetarios o recursos en infraestructura de los establecimientos educacionales, falta compromiso moral y ético, tanto de parte de muchos educadores como de muchos de los educando, cuando surja el compromiso en los docentes y alumnos como el admirable compromiso y auto motivación que se ve en un masón con sus aprendizajes y enseñanzas, entonces la educación retomará el sentido de crecer, de cambiar para bien, de conocer y conocerse, de aprender para estar preparado para las necesidades del mundo. necesitamos estar motivados, tener un porque, un para que entonces se realizarán grandes cosas y no sólo en la educación. La instrucción es parte de la educación, pero la educación nos debe llenar de aprendizajes, ya que el aprendizaje son cambios significativos en las estructuras mentales o en el ser humano y eso cambia vidas. Enrique Paredes Wittig
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